CONTENIDO PROGRAMATICO

MÓDULO V Atender al niño con problemática social y de educación especial. SUBMÓDULO 2 Aplicar planes de acción de prevención en los problemas sociales


1._ VERIFICACION DE MATERIALES
(Materiales a utilizar durante el curso)
Aula, Pintarrón, Laptop, Cañón, Pizarrón, Marcadores para pintarron, Hojas de papel rotafolio, Hojas de papel bond, Plumones, Material didáctico, Proyector de acetatos, T.V. Video, Material Videográfico, Internet, Bibliografía.

2._ PRESENTACION DEL PROFESOR
Lic. Iván Rosete Solórzano (Curriculum)
(correo electrónico: irsrosete@hotmail.com)
(http://ivanrs122.blogspot.com)

3._ INTEGRACION DE ALUMNOS
(Dinámica Grupal)
(Cambio de lugar Equipo1 y Equipo 2 llevando a cabo la presentación de los alumnos)

4._ OBJETIVOS DEL CURSO
Detectar las diferentes problemáticas sociales para su prevención en la familia y sociedad a fin de lograr una mejor calidad de vida en el infante.

5._ ESPECTATIVAS DE LOS ALUMNOS ACERCA DEL CURSO

6.- AJUSTE DE ESPECTATIVAS Y DAR A CONOCER LOS BENEFICIOS DEL CURSO
Lo que los alumnos esperan y lo que el docente requiere de ellos

7._ REGLAS DEL CURSO Y COMPARTIR CRITERIOS DE EVALUACION
Examen__________________ 50%
Trabajo en equipo_________10%
Tareas individuales _______ 10%
Responsabilidad___________10%
Actitud___________________ 10%

Nota 1._Se aplica el reglamento en lo que se refiere a la responsabilidad, se debe cubrir el 80% de asistencia.
Nota 2._ Queda a criterio del docente el 10% adicional, en base a la lista de asistencia y concentrado de trabajos realizados y entregados.

8._ CONTENIDO PROGRAMATICO
MÓDULO V Atender al niño con problemática social y de educación especial.
SUBMÓDULO 2 Aplicar planes de acción de prevención en los problemas
1.- Evaluar el impacto de la puericultura social en la familia y sociedad.
Apertura:
Promover la integración grupal.
Presentar de manera general la carrera (descripción, plan de estudios, perfil de
ingreso y egreso, relación entre módulos y sitios de inserción laboral).
Presentar el módulo (descripción general del módulo, importancia dentro de la
carrera, competencias a lograr, submódulos, resultados de aprendizaje, evidencias)
Establecer las formas de evaluación para el logro de los resultados de aprendizaje.
Presentar el submódulo (resultado de aprendizaje, competencias y duración).
Aplicar la evaluación diagnóstica por módulo para la recuperación de saberes
(conocimientos, habilidades y destrezas)

1.1 Reconocer la dinámica familiar así como sus derechos.
Desarrollo:
* Investigar conceptos de Puericultura Social y como está constituido el núcleo familiar.
* Detectar cuáles son las funciones de los miembros del núcleo familiar.
* Definir la dinámica familiar.
* Analizar la relación del niño con la familia.
* Identificar los derechos de la familia.

1.2 Relacionar la manera cómo influye el entorno en el desarrollo
del niño.
Desarrollo:
* Señalar la manera de cómo influye el medio rural y/o urbano en el desarrollo del niño.
* Relacionar la familia con la puericultura.

2. Aplicar planes de prevención en la problemática social que afecta
al infante.
Desarrollo:
· Analizar la problemática social que se presenta en el niño.
· Investigar las causas y consecuencias de los fármacos y drogas que afectan al infante.
· Investigar las causas y consecuencias del alcoholismo en niños.
· Distinguir las causas y consecuencias del tabaquismo en el niño.
· Expresar las causas y efectos del niño maltratado.
· Identificar las causas de la violencia intrafamiliar.
· Investigar las causas de abandono infantil y niño de la calle.
· Diferenciar las características del niño infractor.
· Realizar visitas a instituciones de atención al niño con problemática social.
· Realizar plan de prevención en algún problema social.


Cierre:
· Actividades de Retroalimentación (Lluvia de ideas, síntesis grupal, etc).
· Presentación de resultados finales.
· Dar paso al siguiente modulo.

BIBLIOGRAFIA
Torres Martínez Lizandra – Torres Rivera Lina M. Introducción a las Ciencias Sociales, Sociedades y cultura contemporáneas. l Internacional Thompson Editores. México 2000

Gómez Ramírez, J. F. Et al (2001). Puericultura El arte de la crianza. Edit. Médica Panamericana. Bogota, Colombia.

Minuchin, Salvador. (2000). Familia y terapia familia Edit. Gedida. Barcelona, España.

SEP Manual de organización del centro de desarrollo infantil”. México, D. F.

Shapiro, Lawrence E. (2001) La inteligencia emocional de los niños” Una guía para padres y maestros. Edit. Punto de lectura. Madrid, España.


Martínez R. y Novoa N. J. La salud del niño y el adolescente.Editorial Salvat. México.

Valenzuela R. y Marquet N. V. Manual de Pediatría. Editorial Interamericana. México.

Ética y Valores Breña Sánchez Javier, Gabriela y Roberto Editorial Limusa 2005.

ACTIVIDAD 5

ANALISIS DE LA PROBLEMÁTICA SOCIAL QUE SE PRESENTA EN EL NIÑO


Fármacos y drogas que pueden afectar al niño

Los factores de riesgo pueden influenciar el abuso de drogas de varias maneras. Mientras más son los riesgos a los que está expuesto un niño, mayor es la probabilidad de que el niño abuse de las drogas. Algunos de los factores de riesgo pueden ser más poderosos que otros durante ciertas etapas del desarrollo, como la presión de los compañeros durante los años de la adolescencia; al igual que algunos factores de protección, como un fuerte vínculo entre padres e hijos, pueden tener un impacto mayor en reducir los riesgos durante los primeros años de la niñez. Una meta importante de la prevención es cambiar el balance entre los factores de riesgo y los de protección de manera que los factores de protección excedan a los de riesgo.

¿Cuáles son las señales tempranas de riesgo que pueden predecir el abuso de drogas en el futuro?
Algunas de las señales de riesgo se pueden ver tan temprano como en la infancia o en la niñez temprana, tal como la conducta agresiva, la falta de auto-control, o un temperamento difícil. Cuando el niño crece, las interacciones con la familia, la escuela y en la comunidad pueden afectar su riesgo para el abuso de drogas en el futuro.

Las primeras interacciones de los niños ocurren en la familia. A veces la situación familiar aumenta el riesgo del niño para el abuso de drogas en el futuro, por ejemplo cuando existe:

· la falta de cariño y respaldo por parte de los padres o de los cuidadores;

· una crianza ineficiente; y

· un cuidador que abusa de las drogas.

Pero las familias pueden proveer protección contra un futuro abuso de drogas cuando hay:

· un vínculo fuerte entre los hijos y los padres;

· participación de los padres en la vida del niño; y

· límites claros y una disciplina aplicada consistentemente.

Las interacciones fuera de la familia pueden involucrar riesgos tanto para los niños como para los adolescentes, tales como:

· un comportamiento negativo en la escuela o una conducta social deficiente;

· el fracaso académico; y

· la asociación con compañeros que abusan de las drogas.

La asociación con compañeros que abusan de las drogas a menudo es el riesgo más inmediato para que los adolescentes sean expuestos al abuso de drogas y al comportamiento delincuente.

Otros factores –como la disponibilidad de las drogas, los patrones del narcotráfico, y las creencias que el abuso de drogas se tolera en general– son riesgos que pueden influenciar a la gente joven a que comiencen a abusar de las drogas.

¿Cuáles son los períodos de mayor riesgo para el abuso de drogas en la juventud?
Las investigaciones han mostrado que los períodos claves de riesgo para el abuso de drogas son durante las transiciones mayores en la vida de los niños. La primera transición importante para un niño es cuando deja la seguridad de la familia y va a la escuela por primera vez. Después cuando pasa de la primaria a la escuela media, a menudo experimenta nuevas situaciones académicas y sociales, como aprender a llevarse con un grupo más grande de compañeros. Es en esta etapa–la adolescencia temprana–que hay más probabilidad de que los niños se enfrenten por primera vez a las drogas.

Cuando entran a la secundaria, los adolescentes confrontan más desafíos sociales, emocionales y académicos. Al mismo tiempo, pueden estar expuestos a más drogas, a abusadores de drogas, y a actividades sociales que involucran drogas. Estos desafíos pueden aumentar el riesgo de que abusen del alcohol, del tabaco, y de otras sustancias.

Cuando los adultos jóvenes dejan sus hogares para ir a la universidad o para trabajar y se encuentran solos por primera vez, su riesgo para el abuso de drogas y del alcohol es muy alto. Por lo tanto, también son necesarias las intervenciones para los adultos jóvenes.

Ya que los riesgos aparecen en cada período de transición de la vida, los planificadores de la prevención deben escoger programas que fortalecen los factores de protección en cada etapa del desarrollo.

Causas y consecuencias del alcoholismo en los niños

Los hijos de padres o madres alcohólicos presentan síntomas como baja autoestima, soledad, culpa, sentimientos de impotencia, miedo al abandono y depresión crónica. A veces se sienten responsables de los problemas de sus padres y piensan que ellos tienen la culpa. Suelen padecer altos niveles de estrés. Los niños más pequeños pueden tener pesadillas, orinarse en la cama o llantos frecuentes. Pueden no tener amigos y tener miedo de ir a la escuela.

Debido a que tienen la sensación de ser diferentes, desarrollan una pobre imagen de sí mismos. El ambiente estresante de sus casas les impide estudiar. Suelen tener problemas en la escuela y dificultades para establecer relaciones con profesores y compañeros. Un estudio realizado en Estados Unidos mostró que el 30 % de las chicas que no terminaban los estudios procedían de familias con padres o madres alcohólicos.

Estos niños viven en ambientes muy inestables, no saben qué pueden esperar de sus padres alcohólicos ni predecir su caótica conducta. Dado que no son capaces de predecir el estado de ánimo de sus padres, tampoco saben cómo comportarse.

Muchos de estos niños se sienten obligados a cuidar de sus padres cuando debería ser al revés y se sienten culpables de no poder salvar a sus padres del efecto del alcohol. Son niños y niñas privados de infancia que no han tenido la oportunidad de aprender las habilidades y recursos psicológicos que se aprenden durante una relación normal con los padres en la infancia.

El abuso sexual y el maltrato suele darse en familias de alcohólicos. Las víctimas de maltrato pueden, a su vez, recurrir al alcohol como un modo de aliviar el dolor emocional que implica recordar dichos acontecimientos traumáticos.

Causas y consecuencias del tabaquismo en el niño

Los niños y adolescentes conforman un mercado fácil de atraer para la industria del tabaco, ya que a menudo son influenciados fácilmente por programas de TV, películas, publicidad y por lo que sus compañeros hacen y dicen. Ellos no se dan cuenta de lo difícil que es dejar de consumir tabaco. Además, para los jóvenes enfrentarse a cáncer, enfisema, ceguera o impotencia no parecen ser preocupaciones reales. Los niños y los adolescentes no piensan demasiado sobre las repercusiones futuras a su salud.

Aquí se provee información sobre el uso de tabaco entre los niños y los adolescentes. Además ofrecemos algunos consejos para los padres, maestros y otros adultos que desean mantener a los niños alejados del tabaco.

Casi todos los fumadores comienzan a usar tabaco cuando son jóvenes
Casi todas las personas que consumen tabaco por primera vez, lo hacen antes de graduarse de la preparatoria. Una encuesta realizada en 2007 por los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades (CDC) de Estados Unidos encontró que el 50% de los estudiantes de preparatoria probaron fumar cigarrillos en algún momento. En el 2008, más de uno de cada cuatro jóvenes de 12 o más años eran consumidores actuales de tabaco, lo que representa alrededor de 71 millones de adolescentes estadounidenses. Los estudios han demostrado que la mayoría de las personas nunca comienzan a consumir tabaco si evitan el hábito cuando son adolescentes.

Mientras más joven comienza a fumar, más propenso será de convertirse en un fumador habitual cuando sea adulto. Casi el 90% de los adultos que son fumadores habituales comenzaron a fumar a los 19 años o antes. Además, la gente que comienza a fumar a una edad menor es más propensa a desarrollar una adicción a largo plazo con la nicotina que la gente que comienza a fumar a una edad mayor.

Los niños que fuman tienen problemas de salud asociados con el hábito
Entre los serios problemas a la salud en niños y adolescentes causados por fumar cigarrillos se incluyen:

· Tos.

· Respiración entrecortada.

· Dolores de cabeza más frecuentes.

· Aumento en la producción de flema (mucosidad).

· Enfermedades respiratorias.

· Síntomas de resfriado y gripe más graves.

· Deterioro de la condición física.

· Deficiencia de la función y del crecimiento pulmonar.

· Empeoramiento del estado general de salud.

· Adicción a la nicotina.

· A medida que envejecen, los adolescentes que continúan fumando pueden esperar problemas como:

· Enfermedad cardiaca y derrame cerebral a temprana edad.

· Enfermedades de las encías y pérdida de dientes.

· Enfermedades pulmonares crónicas, tales como enfisema y bronquitis.

· Pérdida de la audición.

· Problemas con la visión, como degeneración macular.

Cada día, más de 3,500 adolescentes menores de 18 años prueban su primer cigarrillo, y otros 1,100 se convierten en fumadores habituales. De éstos, alrededor de un tercio morirá prematuramente de una enfermedad relacionada con el hábito de fumar.

La mayoría de los jóvenes fumadores son adictos y se les hace difícil dejar de fumar
La mayoría de los jóvenes que fuman regularmente ya están adictos a la nicotina. De hecho, ellos tienen la misma clase de adicción que tienen los fumadores adultos. Alrededor de tres de cada cuatro fumadores habituales de escuela preparatoria ya han tratado de dejar de fumar, pero no lo han logrado. De cada 100 estudiantes que fuman en la escuela preparatoria, sólo tres piensan que estarán fumando en cinco años. Sin embargo, los estudios muestran que alrededor de 60 de ellos continuarán fumando posteriormente de siete a nueve años.

Por otro lado, la mayoría de los fumadores adolescentes indican que les gustaría dejar de fumar y muchos lo han intentado anteriormente sin éxito. Aquellos que tratan de dejar de fumar reportan síntomas de abstinencia muy parecidos a los que reportan los adultos.

El uso de tabaco está asociado con otras conductas perjudiciales

La investigación ha mostrado que los adolescentes que consumen tabaco son más propensos a consumir alcohol y drogas ilegales que los que no consumen tabaco. También, los fumadores suelen estar involucrados más en peleas, portar armas, intentar el suicidio, padecer problemas de tipo emocional, como la depresión, y a tener conductas sexuales de alto riesgo.

El tabaco masticable para escupir también es otro gran problema entre los jóvenes

El tabaco masticable para escupir es una alternativa a los cigarrillos menos letal, pero aún dañina. Existen muchos términos utilizados para describir el tabaco que se coloca en la boca, como el tabaco para masticar, tabaco para escupir, tabaco oral o rapé.

El consumo de tabaco para escupir o que no produce humo en cualquiera de sus formas puede causar:

· Cánceres orales o bucales (de la boca).

· Cánceres de la faringe (garganta) y la laringe.

· Cánceres de esófago (del conducto de deglución [tragar]) y de estómago.

· Cáncer de páncreas.

· Retracción de las encías y enfermedades de las encías, lo cual puede empeorar hasta el punto de la pérdida de los
dientes.

· Leucoplasia: manchas precancerosas en la boca.

· Adicción a la nicotina.

Además, existe una relación entre este hábito y las enfermedades del corazón y los derrames cerebrales. La investigación también ha demostrado que los adolescentes que consumen tabaco para escupir o cualquier forma de tabaco oral también son más propensos a convertirse en fumadores de cigarrillos que los jóvenes que no consumen el tabaco de esa forma.

Causas y efectos del niño maltratado

Pueden distinguirse varias formas de maltrato que los adultos ejercen sobre los niños: la negligencia que se expresa en desprotección, descuido y/o abandono; el maltrato físico que es toda forma de castigo corporal e incluye también, el encierro o la privación intencional de cuidados o alimentos; el abuso sexual, que consiste en obligar o persuadir a un niño para que participe en actividades sexuales adultas, frente a la que no puede dar un consentimiento informado y último pero no por eso menos importante, el maltrato emocional, que acompaña a todas las otras, pero que puede ejercerse independientemente de las demás, por ejemplo, mediante amenazas aterrorizantes, descalificaciones, desvalorizaciones y/o ausencias de expresiones cariñosas. Todas las formas de maltrato que hemos descripto producen a los niños daños variables en función de diversos factores, especialmente la intensidad con que se ejercen y su persistencia en el tiempo, pero siempre significan un atentado contra su vida y su salud que afecta su desarrollo integral y deje secuelas en el futuro personal.

Una de las primeras causas por la cual es posible que el niño maltratado sufra futuras alteraciones en su desarrollo como persona es la asimilación de la conducta vivida en el entorno familiar. El hombre trae al nacer sólo conductas reflejas o innatas que son principalmente impulsos biológicos muy elementales y básicos que le permiten comunicarse con el mundo exterior. A partir de estas conductas y con la ayuda de los adultos es que aprenderá a relacionarse y a actuar en este mundo. El rol del adulto, por tanto no se circunscribe solo a la satisfacción de las necesidades básicas del niño: alimentación, abrigo, higiene, sino también a la necesidad de afecto que es la más importante de todas, el factor principal de influencia en la configuración de la personalidad del individuo y su sociabilización. Es tan importante esta entrega de afecto al niño que se ha comprobado que niños abandonados por sus padres, y por esta razón hospitalizados, morían antes de cumplir el año de vida a pesar de tener sus necesidades básicas satisfechas. Este fenómeno conocido como "hospitalismo" está descripto en el libro "El primer año de vida del niño" del psicólogo René Splitz. De este ejemplo se deduce la enorme importancia de la protección y el afecto que la madre brinda a su hijo. Ella es la encargada de satisfacer tanto sus necesidades biológicas como afectivas. En consecuencia el niño crece sabiendo que ocupa un lugar significativo e importante para sus padres y esto es lo que luego lo convertirá en una persona psicológicamente fuerte, segura y con una buena imagen de sí misma.

El niño crece en la familia y es con ésta con quien va a desarrollar sus primeras relaciones. Este proceso se denomina sociabilización e incluye también la transmisión de determinados valores y conductas que al poco tiempo aparecerán como naturales. La familia tiene un rol fundamental, como transmisora de dichos valores y moldeadora de la conducta. A partir de ella el niño va adquiriendo cierto conocimiento para que a su debido tiempo pueda insertarse a vivir en sociedad. A medida que crecen, perciben las funciones que cumplen distintos miembros de la familia. De este modo, conocen las características generales de los roles de padre, madre e hijos. También aprenden las primeras normas: lo prohibido y lo permitido. Durante esta época de aprendizaje los padres refuerzan y premian ciertas conductas, a la vez castigan otras. Explican situaciones que el niño no comprende, le muestran lo que no conoce. Así también, resuelven situaciones conflictivas juntos y premian de alguna manera sus logros. La manera en que los padres realicen estas funciones determinará en gran parte las características psicológicas del niño.

El afecto es la base para cualquier aprendizaje. La familia, como dijimos anteriormente, cumple un rol importantísimo en el proceso de formación de la personalidad. Es en este núcleo, en donde el niño aprende sus primeras normas, a manifestar sentimientos y emociones. Estas serán la base para su futuro desarrollo, es por eso su clasificación como esenciales y primordiales. Si el chico no aprende a partir de su familia a comportarse socialmente, luego tendrá actitudes violentas, siendo éstas no sólo las extremas, que lo podrán llevar a ser juzgado como ciudadano, sino también las pequeñas agresiones que rompen la armonía de un grupo y posiblemente, en consecuencia, de la propia familia que formará en un futuro.

Debido a la importancia de esta primera etapa de sociabilización llevada a cabo en el núcleo familiar, es que desde la psiquiatría se ha sugerido que la falta de relaciones primarias tempranas es también responsable de muchas personalidades psicópatas.

Concluyendo con esta primera causa, los familiares son los encargados de conocer y transmitir las pautas que el niño debe vivir en la sociedad. En virtud de la posición que ellos ocupan en la vida del niño son especialmente significativos en su desarrollo. De esta manera, ellos son los que definen el mundo para el niño y sirven de modelos para sus actividades y conductas. Que un niño determinado sea agresivo o tranquilo, flexible o bastante rígido en su pensamiento, amistoso o inamistoso con los extraños, que se plante con seguridad o duda frente a nuevas situaciones, su manera de defenderse, su capacidad de amar y de darse, su manera de abordar ciertas situaciones, todo es en cierto modo, el resultado de la conducta previa de su familia, principalmente de sus padres.

Un trabajo publicado en el "Journal American Academic Child and Adolescent Psychiatry" en octubre de 1996, concluyó su investigación diciendo que entre violentos agresores eran sorpresivamente similares sus historias de la niñez, sus problemas familiares y sus diagnósticos psiquiátricos. La prevalencia de problemas psiquiátricos y familiares durante la niñez era alta en todos los casos estudiados. El 57,5 % de los individuos experimentó el abuso físico y una cifra similar se registró en los que tuvieron problemas familiares. El 71% del grupo consume actualmente drogas mientras que la mayoría del grupo es alcoholdependiente. En otra investigación publicada en la revista "Child Abuse and Neglection" de enero de 1996 se hace referencia que todo tipo de abuso era más frecuente en aquellos que provinieran de entornos familiares corrompidos y distorsionados.

Otras de las causas que puede provocar serias consecuencias en el desarrollo del niño son las alteraciones tanto en el ámbito psíquico, físico o psicológico que provoca el ser sometido a cualquier tipo de maltrato. Las secuelas que se desprenden de esto pueden provocar consecuentemente personalidades adictivas, psicóticas o violentas. Esta afirmación puede ser sostenida por los resultados y conclusiones de varios trabajos. En mayo de 1997, en el "Journal American Medical Association", en un artículo denominado justamente "Características clínicas de mujeres con una historia de abuso durante su niñez: heridas sin curar", se concluyó que tanto el abuso sexual o físico durante la niñez está asociado con problemas de salud en el adulto incluyendo síntomas físicos, problemas psicológicos y abuso de drogas.

Otro artículo publicado en el "Obstetric and Gynecolgy" en abril de 1998, afirma también que el abuso infantil puede contribuir a problemas sexuales o a varias quejas crónicas en la mujer adulta. Además, muchas de las mujeres estudiadas podían experimentar depresión, ansiedad y bajo autoestima.

Tomando en cuenta estos dos trabajos y tantos otros que no es imposible citar, se puede concluir que es muy factible que si el niño sufre maltrato durante su infancia desarrolle personalidades adictivas, violentas, psicóticas o con problemas en su sexualidad.

Es también probable que un niño maltratado en su infancia se desarrolle con una personalidad violenta en su adultez como consecuencia de las agresiones que tuvo que sufrir. Es por eso muy común que este adulto engendre a su vez un niño también maltratado como lo fue él en su niñez. El patrón de conducta agresiva tiende a repetirse como un modo de conducta aprendida, en el que, el adulto agresor fue en su infancia agredido.

Estos adultos formados en familias violentas, consecuencia probablemente de un mal aprendizaje de los valores, serán también los integrantes de las instituciones que las comunidades y las familias necesitan para su funcionamiento. El espiral violento se retroalimenta y se incrementa.

Una familia que venga sembrando sus vínculos entre familiares con violencia no podrá sembrar sino violencia hacia la generación futura y no podrá sino desbordar violencia hacia fuera de su familia. De un niño maltratado, esperamos, por tanto, un maltratante futuro, que devolverá la violencia absorbida. Está comprobado que los chicos que cometen actos de violencia ya han sido víctimas previamente.

Un artículo publicado en "Child Abuse and Neglection" en noviembre de 1998 dice, en los resultados de su investigación, que toda forma de abuso es un factor de riesgo para una conducta distorsionada. El mismo llega a las siguientes conclusiones: el abuso físico durante la infancia es un factor de riesgo para la alcoholdependencia, así como también para la violencia familiar, independientemente de los efectos del alcoholismo.

Está también psicológicamente comprobado que el fruto de las consecuencias del maltrato infantil puede ser una manera de que el individuo maltratado exteriorice sus represiones vividas en la infancia debido al sufrimiento que tuvo que atravesar. Durante toda su niñez absorbe agresiones, tanto físicas como afectivas, provocadas por el maltrato. Es entonces en su adultez que el individuo busca una manera de liberarse de estas y es por eso que muchas veces recurre a la drogadicción, al alcoholismo, o a alguna otra adicción. Puede ser también que se convierta en un agresor, un violador o un ladrón.

Es afirmado también por muchos que el niño maltratado se desarrollará con secuelas en su adultez porque ha asimilado este maltrato. El individuo no conoce otras realidades. La que él mismo vivía es la que se le presenta como lo normal, lo típico.

A lo largo de este desarrollo, hemos podido enumerar diversos factores que son causa de un desarrollo distorsionado en el niño maltratado. Primeramente, dijimos que una de las causas podía ser la asimilación de la conducta vivida en el entorno familiar. A esto le siguió, las alteraciones que se pueden dar en el desarrollo psíquico, físico o psicológico, que es posible que determinen personalidades adictivas, violentas o psicóticas. También dijimos que es posible que la víctima se convierta en victimario. Un niño maltratado que se convierte en un adulto violento que a su vez educa a otro niño maltratado. Además agregamos que las secuelas pueden ser una manera de exteriorizar sus represiones. Finalmente concluimos planteando que la conducta vivida en la niñez era la única realidad que el individuo conocía y que creía que era lo normal. Por eso seguiría tomando la misma conducta.

Por lo tanto, podemos afirmar nuestra hipótesis diciendo que el maltrato infantil deja secuelas en el desarrollo de la persona.

Conclusión

podemos concluir que la primera etapa de sociabilización que el niño vive en el núcleo familiar es muy importante para su futura relación con la sociedad. Más específicamente, es lo que determinará la manera que se relacionará con esta. Es también esta etapa muy importante debido a la formación de la personalidad. Es por eso que pensamos que si el niño sufre de maltrato en esta primera etapa de su vida, le quedarán secuelas irreversibles que se manifestarán de diferentes maneras en su vida de adulto. El maltrato, además, viola
derechos fundamentales de los niños, y por lo tanto, debe ser detenido, y cuanto antes mejor.

Los niños maltratados del hoy, son los que se convertirán en los adultos problemáticos del mañana. Son quienes estarán a cargo de la sociedad, quienes llevarán adelante grupos y comunidades. Por esto debemos fomentar campañas a favor de las denuncias del maltrato infantil, creando los ámbitos adecuados y desarrollando los foros de discusión necesarios. Así como también los adultos deben asumir sus responsabilidades maduramente y con compromiso para evitar que los niños se conviertan en agresores.

A lo largo de la monografía fueron surgiendo diferentes temas que podrían servir para futuras investigaciones. Por ejemplo, cuál es el tipo de familia en la que se da con más frecuencia el maltrato infantil. También pensamos que se podría investigar si las secuelas del maltrato en la niñez son irreversibles. Finalmente se podría profundizar en las características sociales y familiares de los victimarios y de las víctimas, para así poder saber más sobre el maltrato infantil.


Identificar las causas de la violencia intrafamiliar

"El amor no debe doler. El amor implica confianza, protección, respeto a los gustos del otro, comunicación, caricias, ayudas al crecimiento emocional y espiritual. Consiste en compartir la vida con alegría, dialogar sobre las diferencias y preferencias, y respetar la integridad física, moral y espiritual de la persona amada".

La violencia intrafamiliar es un fenómeno de ocurrencia mundial en el que las mujeres y los niños son los grupos más vulnerables. La OMS asegura que una quinta parte de las mujeres en el mundo es objeto de violencia en alguna etapa de su vida y como consecuencia de ello presentan altos índices de discapacidad, tienen doce veces más intentos de
suicidio y altas tasas de mortalidad en comparación con población que no la padece.

La violencia intrafamiliar no siempre resulta fácil de definir o reconocer. En términos generales podríamos designarla como el uso deliberado de la fuerza para controlar o manipular a la pareja o al ambiente más cercano.

Se trata del abuso psicológico, sexual o físico habitual. Sucede entre personas relacionadas afectivamente, como son marido y mujer o adultos contra los menores que viven en un mismo hogar.

La violencia intrafamiliar no es solamente el abuso físico, los golpes, o las heridas. Son aún más terribles la violencia psicológica y la sexual por el trauma que causan, que la violencia física, que todo el mundo puede ver. Hay violencia cuando se ataca la integridad emocional o espiritual de una persona.

La violencia psicológica se detecta con mayor dificultad. Quien ha sufrido violencia física tiene huellas visibles y puede lograr ayuda más fácilmente. Sin embargo, a la víctima que lleva cicatrices de tipo psicológicas le resulta más difícil comprobarlo.


DEFINICIÓN DE VIOLENCIA

La violencia intrafamiliar es toda acción u omisión protagonizada por los miembros que conforman el grupo familiar, este puede ser por afinidad, sangre o afiliación y que transforma en agresores las relaciones entre ellos causando daño físico, psicológico, sexual, económico o social a uno o varios de ellos.

Este maltrato se puede especificar como:

· Físico: Actos que atentan o agreden el cuerpo de la persona tales como empujones, bofetadas, golpes de puño, golpes de pies, etc.

· Psicológico: Actitudes que tienen por objeto causar temor, intimidar, y controlar las conductas, sentimientos y pensamientos de la persona a quién se está agrediendo como las descalificaciones, insultos, control, etc.

· Sexual: Imposición de actos de carácter sexual contra la voluntad de la otra persona. Como por ejemplo exposición a actividades sexuales no deseadas, o la manipulación a través de la sexualidad.

· Económico: No cubrir las necesidades básicas de la persona y ejercer control a través de recursos económicos.

FACTORES DE LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR

La violencia puede ser estudiada desde varios enfoques:

· Perspectiva biológica: Algunos casos de lesiones en el sistema límbico, en los lóbulos frontales y temporales o anormalidades en el metabolismo de la serotonina pueden predisponer a la agresión.

· Perspectiva psicológica: Los padres que más maltratan son aquellos que poseen baja autoestima, los que tienen antecedentes de maltrato, los que están deprimidos, los que tienen baja tolerancia a la frustración y los dependientes al alcohol.

· Perspectiva psiquiátrica: Los testigos y víctimas de violencia presentan altas tasas de depresión y estrés post-traumático. El abuso de sustancias y de alcohol, así como los trastornos de personalidad limítrofe o antisocial incrementan de manera considerable el riesgo de violencia. La violencia y el suicidio se han encontrado relacionados.

· Perspectiva del contexto específico: hay diferencias en la expresión de la violencia en medios rurales y en medios urbanos debido a que los estresores en dichos ambientes son distintos.

· Perspectiva social: Hay evidencia de que los aspectos sociales juegan papeles importantes en la expresión de las conductas violentas, uno de ellos es la trasmisión intergeneracional de la violencia.

EFECTOS DE LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR

Al revisar las causas de la violencia intrafamiliar también se hace importante identificar qué tipo de efectos tiene dicho fenómeno, entre los que se encuentran: la disfunción de la familia, el distanciamiento de sus miembros y las mutaciones en su comportamiento o actitudes mentales. Los efectos pueden ser clasificados en: psicofísicos y psicosociales, específicos y genéricos o generales.

Los efectos psicofísicos son aquellos que producen cambios psíquicos o físicos, en un mismo acto. Los Psíquicos hacen referencia a la desvaloración, baja autoestima y estrés emocional producido por las tensiones que produce el maltrato, en los empleados por ejemplo produce una baja en su rendimiento laboral ya que las tensiones emocionales dificultan la concentración.

En cuanto a los físicos se manifiestan en forma de hematomas, heridas abiertas, fracturas, quemaduras, etc. En el acto sexual también se presenta violencia cuando este se produce en forma forzada, produciendo cambios en la personalidad y alteraciones en las relaciones con el violador, marido o compañero permanente o con los otros miembros de la familia.

Los efectos psicosociales se dividen en internos y externos. Los primeros son aquellos que generan la marginación. La exclusión y la violación de los derechos fundamentales de la mujer y los niños. Cuando se presenta un maltrato hacia la mujer esta se ve obligada a aislarse de ciertas actividades sociales, de relaciones interfamiliares y hasta en su propio hogar. Dentro de la exclusión se ven afectados loa niños en cuanto al afecto, puesto que una madre marginada forzosamente por la violencia intrafamiliar no puede brindar a sus hijos el amor que necesitan, lo que puede llevar a estos niños a la drogadicción, la prostitución y la delincuencia.

CIRCULO DE LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR

Cuando una pareja es esta empezando su relación es muy difícil que aparezca la violencia. Cada miembro de la pareja muestra su mejor faceta. La posibilidad de que la pareja termine es muy alta si ocurriera algún episodio de violencia.

La dinámica de la violencia intrafamiliar existe como un ciclo que pasa por tres fases, las que difieren en duración según los casos. Es importante aclarar que el agresor no se detiene por sí solo. Si la pareja permanece junto a él, el ciclo va a comenzar una y otra vez, cada vez con más violencia.

FASE 1. ACUMULACIÓN DE TENSION

· A medida que la relación continúa, se incrementa la demanda así como el stress.

· Hay un incremento del comportamiento agresivo, más habitualmente hacia objetos que hacia la pareja. Por ejemplo, dar portazos, arrojar objetos, romper cosas.

· El comportamiento violento es reforzado por el alivio de la tensión luego de la violencia.

· La violencia se mueve desde las cosas hacia la pareja y puede haber un aumento del abuso verbal y del abuso físico.

· La pareja intenta modificar su comportamiento a fin de evitar la violencia. Por ejemplo: mantener la casa cada vez más limpia, a los hijos más silenciosos, etc.

· El abuso físico y verbal continúa.

· La mujer comienza a sentirse responsable por el abuso.

· El violento se pone obsesivamente celoso y trata de controlar todo lo que puede: el tiempo y comportamiento de la mujer (cómo se viste, adónde va, con quién está, etc.)

· El violento trata de aislar a la víctima de su familia y amistades. Puede decirle, por ejemplo, que si se aman no necesitan a nadie más, o que los de afuera son de palo, o que le llenan la cabeza, o que están locos etc.

Esta fase difiere según los casos. La duración puede ser de semanas, días, meses o años. Se va acortando con el transcurrir del tiempo.

FASE 2. EPISODIO AGUDO DE VIOLENCIA

· Aparece la necesidad de descargar las tensiones acumuladas

· El abusador hace una elección acerca de su violencia. Decide tiempo y lugar para el episodio, hace una elección consciente sobre qué parte del cuerpo golpear y cómo lo va a hacer.

· Como resultado del episodio la tensión y el stress desaparecen en el abusador. Si hay intervención policial él se muestra calmo y relajado, en tanto que la mujer aparece confundida e histérica debido a la violencia padecida.

FASE 3. ETAPA DE CALMA, ARREPENTIMIENTO O LUNA DE MIEL

· Se caracteriza por un período de calma, no violento y de muestras de amor y cariño.

· En esta fase, puede suceder que el golpeador tome a su cargo una parte de la responsabilidad por el episodio agudo, dándole a la pareja la esperanza de algún cambio en la situación a futuro. Actúan como si nada hubiera sucedido, prometen buscar ayuda, prometen no volver a hacerlo, etc.

· Si no hay intervención y la relación continúa, hay una gran posibilidad de que la violencia haga una escalada y su severidad aumente.

· A menos que el golpeador reciba ayuda para aprender métodos apropiados para manejar su stress, esta etapa sólo durará un tiempo y se volverá a comenzar el ciclo, que se retroalimenta a sí mismo.

· Luego de un tiempo se vuelva a la primera fase y todo comienza otra vez.

El hombre agresor no se cura por sí solo, debe tener un tratamiento. Si la esposa permanece junto a él, el ciclo va a comenzar una y otra vez, cada vez con más violencia.

CARACTERISTICAS DEL AGRESOR

Los agresores suelen venir de hogares violentos, suelen padecer trastornos psicológicos y muchos de ellos utilizan el alcohol y las drogas lo que produce que se potencie su agresividad. Tienen un perfil determinado de inmadurez, dependencia afectiva, inseguridad, emocionalmente inestables, impaciente e impulsivo.

Una investigación de los psicólogos norteamericanos, el Dr. John Gottman y Dr. Neil Jacobson. Señalan que los hombres agresores caen en dos categorías: pitbull y cobra, con sus propias características personales:

Pit bull:

· Solamente es violento con las personas que ama

· Celoso y tiene miedo al abandono

· Priva a pareja de su independencia

· Pronto ora, vigilar y atacar públicamente a su propia pareja

· Su cuerpo reacciona violentamente durante una discusión

· Tiene potencial para la rehabilitación

· No ha sido acusado de ningún crimen

Cobra:

· Agresivo con todo el mundo

· Propenso a amenazar con cuchillos o revólveres

· Se calma internamente, según se vuelve agresivo

· Difícil de tratar en terapia psicológica

· Uno depende emocionalmente de otra persona, pero insiste que su pareja haga lo que él quiere.

· Posiblemente haya sido acusado de algún crimen

· Abusa de alcohol y drogas.

En ocasiones la violencia del agresor oculta el miedo o la inseguridad, que sintió de niño ante un padre abusivo que lo golpeaba con frecuencia, al llegar a ser un adulto prefiere adoptar la personalidad del padre abusador a sentirse débil y asustado. En otros casos, los comportamientos ofensivos son la consecuencia de una niñez demasiado permisiva durante la cual los padres complacieron al niño en todo. Esto lleva al niño a creerse superior al llegar a ser un adulto y a pensar que él está por encima de la ley. O sea, que puede hacer lo que quiera y abusar de quien quiera. Piensa que se merece un trato especial, mejor que el que se les da a los demás.

CARACTERISTICAS DE LA MUJER VICTIMA DE VIOLENCIA

La violencia se establece progresivamente en la pareja. La mujer se deja maltratar, en algunos casos, porque se considera la principal responsable del buen funcionamiento del matrimonio y cree que éste depende de sus propias habilidades para evitar conflictos y situaciones de violencia o ruptura matrimonial.

La principal razón que demora o impide el abandono de la víctima es el temor a las represalias, seguida de la dependencia económica y el miedo a perder los hijos.

Algunos rasgos de la mujer víctima de violencia son:

· Cree todos los mitos acerca de la violencia doméstica.

· Baja autoestima.

· Se siente culpable por haber sido agredida.

· Se siente fracasada como mujer, esposa y madre.

· Siente temor y pánico.

· Falta de control sobre su vida.

· Sentimientos encontrados: odia ser agredida pero cree que le han pegado por su culpa, que se lo merecía.

· Se siente incapaz de resolver su situación.

· Cree que nadie le puede ayudar a resolver su problema.

· Se siente responsable por la conducta del agresor.

· Se aísla socialmente.

· Riesgo de adicciones.

· Acepta el mito de la superioridad masculina.

· Teme al estigma del divorcio

A veces las mujeres no se separan y sufren en silencio por miedo a perder su seguridad económica y la de sus hijos. Esto sucede sobre todo en la mujer que no tiene educación.

Otras veces no se separan debido a las amenazas de más violencia o de muerte, si intentan separarse. "Si le dices algo a la policía te mato".

Cuando se pregunta a algunas mujeres por qué aguantaron maltrato durante años, la respuesta más común es ésta: "Por mis hijos; no quería que se criaran sin un padre". Parece una respuesta válida, pero si la analizamos profundamente descubrimos su inconsistencia. Sucede que en una situación de violencia los hijos también sufren.

El crecimiento en una atmósfera de miedo, tensión y terror influirá negativamente en su desarrollo emocional y más tarde se manifestará en el abandono escolar, en el uso de drogas, en desórdenes psicológicos y en violencia y delincuencia.

En muchos casos influye el factor económico. Soportan cuanta vejación venga con tal de no perder la seguridad económica para sí y sus hijos. Se trata generalmente de mujeres con poca preparación académica, conscientes de que sin el marido no podrían vivir cómodamente.

La mujer repetidamente abusada se destruye psicológicamente. Su yo, su identidad individual. Eso la incapacita para tomar las decisiones correctas. Cae en la ambivalencia efectiva ("¡Qué bueno es él cuando no me golpea!"); su autoestima queda por los suelos hasta creer ella misma que merece tales insultos y golpes.

Cuando una persona cae a ese nivel, su capacidad de decisión queda prácticamente anulada, porque el principio vital está herido de muerte. Si a una persona así aplastada se le amenaza con un "Si me denuncias, te mato", se sentirá paralizada. Quizás en un último intento de supervivencia reaccione, pero usando las mismas armas que a ella la han destruido.

Las mujeres que aguantan una relación abusiva indefinidamente acaban perdiendo su salud física y mental, se enferman, toda la familia termina enferma. Las mujeres en situaciones abusivas pierden su autoestima. No saben protegerse, ni se dan cuenta del peligro que corren.

El maltrato continuado genera en la mujer proceso patológico de adaptación denominado "Síndrome de la mujer maltratada".

Este síndrome se caracteriza por:

· Pérdida del control: Consiste en la convicción de que la solución a las agresiones le son ajenas, la mujer se torna pasiva y espera las directrices de terceras personas.

· Baja respuesta conductual: La mujer decide no buscar más estrategias para evitar las agresiones y su respuesta ante los estímulos externos es pasiva. Su aparente indiferencia le permite autoexigirse y culpabilizarse menos por las agresiones que sufre pero también limita de capacidad de oponerse a éstas.

· Identificación con el agresor: La víctima cree merecer las agresiones e incluso justifica, ante críticas externas, la conducta del agresor. Es habitual el "Síndrome de Estocolmo", que se da frecuentemente en secuestros y situaciones límite con riesgo vital y dificulta la intervención externa. Por otra parte, la intermitencia de las agresiones y el paso constante de la violencia al afecto, refuerza las relaciones de dependencia por parte de la mujer maltratada, que empeoran cuando la dependencia también es económica.

· Indefensión aprendida: Tras fracasar en su intento por contener las agresiones, y en un contexto de baja autoestima reforzado por su incapacidad por acabar con la situación, la mujer termina asumiendo las agresiones como un castigo merecido.

En ocasiones las mujeres permanecen con su pareja violenta porque creen que las alternativas que tienen son peores a su situación. Se convencen de que las cosas no están tan mal y piensan que son ellas las que incitan a la violencia por no haberse quedado calladas, se culpan y se censuran. Hay que destacar especialmente el síndrome de indefensión aprendida, porque en la situación de los malos tratos, éstos nunca vienen por un motivo concreto. Al ver que no hay manera de evitar los malos tratos se quedan paralizadas, se inmovilizan. Por eso desde fuera da la impresión de que la mujer no quiere remediar el problema.

Las mujeres involucradas en estas situaciones, impulsadas por su desvalorización, no perciben la humillación que implica el esfuerzo de intentar arrancar amor, interés o cuidados auténticos a quien no puede o no quiere darlos o sentirlos.
Ante los actos de violencia se culpabilizan y sienten que merecen ser castigadas por cuestionarse
los valores ideológicos que sostienen la familia, por no asumir adecuadamente su papel de madre y esposa. Por eso intentan adaptarse a los requerimientos de su marido para ser aceptadas y no maltratadas, asumiendo un papel de subordinación, con las falsas expectativas de que si ella se comporta bien no dará lugar a que su marido la maltrate.

Algunos teóricos han tratado de arrojar luz sobre la ocurrencia de estos vínculos paradójicos entre víctima y agresor, fundamentalmente apelando a claves afectivas o emocionales que aparecen en el contexto del entorno traumático. Dutton y Painter (1981) han descrito un escenario en el que dos factores, el desequilibrio de poder y la intermitencia en el tratamiento bueno-malo, generan en la mujer maltratada el desarrollo de un lazo traumático que la une con el agresor a través de conductas de docilidad. Según Dutton y Painter, el abuso crea y mantiene en la pareja una dinámica de dependencia debido a su efecto asimétrico sobre el equilibrio de poder, siendo el vínculo traumático producido por la alternancia de refuerzos y castigos.

Sin embargo, esta teoría descansa aparentemente sobre la base del condicionamiento instrumental que, desde nuestra perspectiva, es válido para dar cuenta de algunos aspectos del repertorio de victimización (principalmente de aquellos referidos a la indefensión aprendida), pero falla en cubrir el complejo aparato psicológico asociado con este tipo de vínculos paradójicos.

Según nuestro entendimiento, la incertidumbre asociada a la violencia repetida e intermitente es un elemento clave en el camino hacia el desarrollo del vínculo, pero no su causa única. Además, la teoría no toma en consideración que alguna esfera de desequilibrio de poder es en cierta medida inherente a muchas relaciones humanas: en las parejas traumáticas no parece ser una consecuencia sino un antecedente al abuso.

Cuando la individualidad, con sus rasgos, sus proyectos y sus ideas, deja de ser el eje de nuestra vida para que otra persona ocupe totalmente ese lugar, se produce un desequilibrio y un vacío interior, la anulación de la personalidad y la gestación de una enorme dependencia. Todo lo que dice, hace o piensa el otro pasa a ser vital para nuestra seguridad. La extrema necesidad de aprobación y la esclavización espiritual y hasta física llevan a un estado de inquietud permanente. Todo se vuelve amenazante para ese amor dependiente.

En este sentido, el hombre violento también es dependiente de su esposa. Su baja autoestima le lleva a controlar todo lo que ella hace, pues se siente inseguro de que lo quiera y lo acepte por él mismo. De ahí que utilice todas las técnicas de abuso emocional para socavar la autoconfianza de la mujer, haciéndole creer que no puede arreglárselas sola y que es una inútil.

Causas de abandono infantil y niños de la calle

El aumento de la pobreza y la ignorancia de cómo prevenir embarazos no deseados son combinaciones -en ocasiones se dan ambas-, siendo las principales causas de abandono en el mundo. Otras veces los peques quedan al cuidado de los abuelos por circunstancias diversas perdiendo así el contacto diario con sus progenitores y es cuando comienza a desdibujarse la relación original.
Se da en las clases sociales más delicadas aunque en otras esferas sociales el abandono se vivencia de otra manera, siendo las consecuencias las mismas. La alteración en la conducta, la ansiedad, hiperactividad, el bajo rendimiento escolar y suele suceder la alteración en el sueño porque al no estar tranquilos no pueden relajarse en el descanso.
No cuidar de un niño/niña satisfaciendo sus necesidades de vida básicas y dándole una contención emocional equilibrada es abandonarlo del mismo modo que si lo dejaras a la deriva en un sanjón, pues estás descuidando el tesoro más bello de la vida. Sé por experiencia propia cuán difícil es ser mamá soltera pero es cuando más amor, cuidados y contención debes brindarle y conozco casos de papás en muy buena posición económica que dan el cuidado de sus hijos a los abuelos porque quieren libertad.
Ignorar a un hijo propio es abandonar sus necesidades principales y producir daños irreparables en el peque, elegir la indiferencia ante ellos es elegir el abismo a la vida misma donde el camino es la perdición de los valores humanos esenciales. La pobreza muchas veces cerca las actitudes que puedes tomar si bien puedes buscar colaboración en el ayuntamiento, en Organizaciones no Gubernamentales o en refugios.

Tipos de maltrato infantil.
El maltrato infantil se subdivide en dos grupos:
1) Pasivo: Comprende el abandono físico, que ocurre cuando las necesidades físicas básicas del menor no son atendidas por ningún miembro del grupo que convive con él. También comprende el abandono emocional que consiste en la falta de respuesta a las necesidades de contacto físico y caricias y la indiferencia frente a los estados anímicos del menor.
2) Activo: Comprende el abuso físico que consiste en cualquier acción no accidental por los padres o cuidadores que provoquen daño físico o enfermedad al menor. La intensidad puede variar desde una contusión leve hasta una lesión mortal. También comprende el abuso sexual, que consiste en cualquier tipo de contacto sexual con un menor por parte de un familiar, tutor o cualquier otro adulto. La intensidad del abuso puede ir desde el exhibicionismo hasta la violación. El abuso emocional también entra en esta categoría de abuso activo y se presenta bajo la forma de hostilidad verbal, crónica (insultos, burlas, desprecios, críticas, amenazas de abandono, etc.) y el bloqueo constante de las iniciativas infantiles (puede llegar hasta el encierro o confinamiento) por parte de cualquier miembro adulto del grupo familiar.
Otra forma de maltrato infantil es el caso de los niños testigos de violencia, "cuando los niños presencian situaciones crónicas de violencia entre sus padres. Los estudios comparativos muestran que estos niños presentan trastornos muy similares a los que caracterizan a quienes son víctimas de abuso (Corsi, 1994).
Respecto a lo que se refiere a las agresiones psíquicas o psicológicas, que están dirigidas a dañar la integridad emocional del niño comprenden todo tipo de manifestaciones verbales y gestuales, así como actitudes que los humillan y degradan pero esto no es lo más grave, pues las heridas del cuerpo duelen pero tienden a cicatrizar pero las heridas del alma –que no dejan evidencia física- tardan mucho más en sanar...

¿Qué es un niño de la Calle?
UNICEF define a los niños de la calle de diferente forma:

· Niños de la calle: Niños que tiene que trabajar en las calles porque sus familias necesitan dinero para sobrevivir.

· Niños de la calle: Niños que provienen de familias pobres que duermen en las calles. Algunos llegan a la ciudad de las zonas menos privilegiadas del país, otros han huido.

· Niños de la calle: huérfanos y niños abandonados cuyos padres han muerto por enfermedad o a causa de la guerra, o para los cuales era imposible cuidar de sus hijos.

Esta definición no es siempre fácil de aplicar. Por ejemplo, ¿En qué grupo encajan los niños que viven en las calles con sus familias? o ¿qué ocurre con los niños que no han tenido contacto durante largo tiempo, o los niños que están en la cárcel o que a veces pasan periodos en casa? Y ¿a qué grupo pertenecen los niños que se prostituyen, o los que se han escapado, por ejemplo, del trabajo?

¿Qué hacen los Niños de la Calle?

Los niños de la calle no solo vagan por las calles sin nada qué hacer. Para sobrevivir, la mayoría trabajan más de diez horas al día. Distribuyen periódicos, limpian taxis, recogen chatarra, empujan carros, vigilan coches aparcados, venden caramelos, llevan el equipaje o mendigan. Algunos trabajan en la prostitución, o como servicio doméstico, como chulos, camellos, carteristas o para contratistas de edificios y dueños de garajes, o también en la agricultura.

¿Por qué existen los niños de la calle?

· Catástrofes sociales (corrupción, mala gestión de recursos)

· Catástrofes políticas (guerra, conflicto civil, conflicto étnico)

· Catástrofes naturales (hambre, inundaciones, terremotos)

· Ruptura familiar

· Colapso económico (pérdida del hogar, padres, familia, educación)

· Pobreza

· Desempleo

· Abuso de drogas y alcohol

· Migración del campo a las ciudades

· Abandono del niño

· Abuso infantil (niños que se echan de casa, que se escapan, que son abandonados)

· Niños que trabajan

La vida diaria de los Niños de la Calle

Sociedad: Los niños de la calle ven a los demás, especialmente a los adultos, con una mezcla de desconfianza y oportunismo. Los turistas son un buen objetivo porque son impactados por lo que ven, lo contrario que muchas de las personas que viven allí, quienes tratan de quitar importancia a estos jóvenes. Defraudados una y otra vez y dados por imposible por la sociedad en general, muchos niños de la calle toman el estándar, los valores y posesiones de sus comunidades con total desprecio. ¿Cómo pueden respetar una sociedad que les ha abandonado- tirado como si fueran basura?

Comida: Los niños de la calle comen lo que pueden. Sus estómagos no siempre están vacíos, pero probablemente estén desnutridos. Sus cabellos cobrizos pueden parecer agradables, pero seguro que es un signo de una seria carencia de las vitaminas adecuadas. Si no hay suficiente dinero, entonces siempre están los contenedores de basura en los que escarbar, las puertas de atrás de algunos restaurantes que tiran las sobras al final de la noche y cualquier cosa que se pueda robar en una tienda.

Dinero: Los niños de la calle son muy creativos cuando se trata de ganar dinero. Mendigar puede ser bueno si se tiene a un hermano o hermana de aspecto dulce y con una expresión que dé pena. Y luego está el sexo. Esto es lo que más dinero proporciona. Sexo heterosexual o homosexual, en habitaciones de hotel, en los asientos traseros de los coches, o en callejones oscuros, mientras un amigo vigila la calle principal.

Dormir: Los niños de la calle duermen donde se sienten más seguros. La puerta de una tienda, un banco en la plaza, un conducto de aire caliente, cerca de una hoguera en la playa, las escaleras de una estación de tren. Muchos de ellos duermen de día, pensando que están más seguros durante las horas diurnas. Algunos duermen solos, otros se acurrucan juntos en busca de calor o protección. La cama es un trozo de cartón, una manta vieja, periódicos. Si tienen la suerte de tener un par de zapatos, se los quita y duerme con ellos bajo la cabeza, para poder darse cuenta de si alguien quiere robárselos. Las monedas que sobran se las meten en la boca. Estos niños nunca saben cuándo serán despertados por la bota de un policía, por un chorro de agua fría de un camión de la limpieza, o incluso por una bala de un grupo de vigilantes o de un oficial de la ley que usa su arma alegremente.

Enfermedades: Los niños de la calle enferman y se quedan así. Pronto aparece una película de grasa sobre la piel, por no mencionar el aceite y la grasa de las carreteras que les cubre los pies y la parte inferior de las piernas. Por alguna razón la suciedad hace que su piel se reseque y se agriete con facilidad. Los cortes y heridas son el pan de cada día, la mayoría de ellas ignoradas. Las infecciones son comunes. Incluso si la herida es grave, el hospital no querrá hacerse cargo de ella.

Amigos: Los niños de la calle se preocupan de solo unos pocos. El grupo del cual forman parte es un sustituto, una familia ampliada, donde hay lealtad y amor a base de golpes. El afecto se expresa con patadas, manotazos y puñetazos.

Tiempo libre: Los niños de la calle pasan su tiempo libre de la misma forma esquizofrénica en la que demuestran su afecto. Un rato pueden pasarlo jugando al fútbol en el parque, o haciendo travesuras de niños al borde de la carretera. Lo siguiente podría ser aspirar profundamente del cuello de una botella de adelgazador de pintura o de la tapa de un bote de pegamento de zapato. Con el estómago lleno y la cabeza embotada, es hora de tener sexo.

Sueños: A los niños de la calle les gusta el presente pero quieren un futuro diferente. En las calles son ellos mismos, libres para hacer lo que quieran cuando quieran y sin nadie que les diga que no. Pero no quieren seguir ahí cuando sean mayores. Un buen trabajo y mucho dinero- no importa si no han terminado el colegio, y su pobre dieta combinada con el humo de los coches que inhalan cada día probablemente les cause un daño cerebral menor.

¿Por qué se drogan los niños de la calle?
(Respuestas de los mismos niños)

· "para tener más confianza al pegar a otros y tener el valor para robar”

· "para que cuando te pillen robando y te peguen por ello no sientas el dolor"

· "para olvidar los problemas y ser feliz”

· "para tener ideas para buscar dinero”

· "te ayuda a dormir"

· "para no sentir dolor”

· "te hace más valiente, y así te peleas con alguien que no quiere pagarte por tus servicios" (dicho por una niña involucrada en la prostitución)

· "para que cuando tengas que matar a alguien no lo veas como algo malo"

· "para que cuando robes no te sientas mal"

· "así no piensas"

· "cuando tu madre te persigue"

· "a veces se te acusa de tomar drogas cuando en realidad no lo haces, de manera que acabas tomándolas”.

Características del niño infractor


Tema para Investigación Individual, para revisión en el cuaderno considerando la Actividad 5

ACTIVIDAD 4

COMO INFLUYE EL MEDIO RURAL Y/O URBANO EN EL DESARROLLO DEL NIÑO


LA TEORIA DEL APRENDIZAJE Y DESARROLLO DE VYGOTSKY

1.- CARACTERIZACION

1.- En qué consiste.

Diversos estudios sobre la infancia han sido realizados en los últimos tiempos.

Filósofos, psicólogos y otros especialistas han planteado diferentes teorías acerca de la naturaleza del desarrollo y sobre la influencia de tales teorías sobre como los niños(as) se desarrollan y aprenden.

Las divergencias entre estas teorías han dado lugar a dificultades en encontrar el modelo de programa educativo más apropiado para las tempranas edades.

Algunas de ellas se centran en el desarrollo físico, intelectual o cognitivo, otras están mayormente referidas al desarrollo social o emocional y, aunque las hay referidas al desarrollo de la personalidad, ninguna de ellas ofrece una total explicación de los distintos aspectos del desarrollo infantil y por lo tanto no pueden orientar plenamente a padres y maestros sobre las formas de lograr un mejor desarrollo en los niños.

El pensamiento psicológico de Vygotsky surge como una respuesta a la división imperante entre dos proyectos: el idealista y el naturalista, por ello propone una psicología científica que busca la reconciliación entre ambas posiciones o proyectos. Sus aportaciones, hoy toman una mayor relevancia por las diferencias entre los enfoques existentes dentro de la psicología cognitiva. Vygotsky rechaza la reducción de la psicología a una mera acumulación o asociación de estímulos y respuestas.

La psicología de Vygotsky pondera la actividad del sujeto, y éste no se concreta a responder a los estímulos, sino que usa su actividad para transformarlos. Para llegar a la modificación de los estímulos el sujeto usa instrumentos mediadores. Es la cultura la que proporciona las herramientas necesarias para poder modificar el entorno; además, al estar la cultura constituida fundamentalmente por signos o símbolos, estos actúan como mediadores de las acciones.

“Para Vygotsky, el contexto social influye en el aprendizaje más que las actitudes y las creencias; tiene una profunda influencia en cómo se piensa y en lo que se piensa. El contexto forma parte del proceso de desarrollo y, en tanto tal, moldea los procesos cognitivos. … el contexto social debe ser considerado en diversos niveles: 1.- El nivel interactivo inmediato, constituido por el (los) individuos con quien (es) el niño interactúa en esos momentos. 2.- El nivel estructural, constituido por las estructuras sociales que influyen en el niño, tales como la familia y la escuela. 3.- El nivel cultural o social general, constituido por la sociedad en general, como el lenguaje, el sistema numérico y la tecnología”[1].

La influencia del contexto es determinante en el desarrollo del niño; por ejemplo: un niño que crece en un medio rural, donde sus relaciones solo se concretan a los vínculos familiares va a tener un desarrollo diferente a aquel que esté rodeado por ambientes culturales más propicios. El niño del medio rural desarrollará más rápido su dominio corporal y conocimientos del campo; el del medio urbano tendrá mayor acercamiento a aspectos culturales y tecnológicos.

1.2.- Rasgos generales.

Relación entre aprendizaje y desarrollo.

Para Vygotsky el pensamiento del niño se va estructurando de forma gradual, la maduración influye en que el niño pueda hacer ciertas cosas o no, por lo que el consideraba que hay requisitos de maduración para poder determinar ciertos logros cognitivos, pero que no necesariamente la maduración determine totalmente el desarrollo. No solo el desarrollo puede afectar el aprendizaje, sino que el aprendizaje puede afectar el desarrollo. Todo depende de las relaciones existentes entre el niño y su entorno, por ello debe de considerarse el nivel de avance del niño, pero también presentarle información que siga propiciándole el avance en sus desarrollo. En algunas áreas es necesaria la acumulación de mayor cantidad de aprendizajes antes de poder desarrollar alguno o que se manifieste un cambio cualitativo.

Considerando lo anterior, la concepción del desarrollo presentada por Vygotsky sobre las funciones psíquicas superiores, éstas aparecen dos veces en ese desarrollo cultural del niño: Una en el plano social, como función compartida entre dos personas (el niño y el otro), como función interpsicológica y como función de un solo individuo, como función intrapsicológica, en un segundo momento. Esta transición se logra a través de las características positivas del contexto y de la acción de los “otros”, así como también por lo que ya posee formado el sujeto como consecuencia de la educación y experiencias anteriores.

Esta compleja relación hace referencia a la categoría “Zona de Desarrollo Próximo”, definida por este psicólogo como “la distancia entre el nivel real de desarrollo, determinado por la capacidad de resolver independientemente un problema, y el nivel de desarrollo potencial, determinado a través de la resolución de un problema bajo la guía de un adulto o en colaboración con otro compañero más capaz”. En este análisis se puede apreciar el papel mediador y esencial de los maestros en el proceso de la enseñanza-aprendizaje y del desarrollo infantil.

La concepción de Vygotsky acerca del desarrollo de las funciones psíquicas superiores del hombre, fue el primer intento sistemático de reestructuración de la psicología sobre la base de un enfoque histórico cultural acerca de la psiquis del hombre. Surgió como una contraposición a dos ideas fundamentales; por una parte a las posiciones acerca del desarrollo y por otra a las posiciones biologicistas acerca del desarrollo de la cultura como un proceso independiente de la historia real de la sociedad.

Vigotsky rompiendo con las concepciones del desarrollo infantil predominantes en la época, trata de enfatizar las peculiaridades de las funciones psíquicas superiores y las vías para lograr el estudio de su verdadera naturaleza.

En este sentido diferencia claramente el proceso de la evolución biológica, de las especies animales que condujo al surgimiento del hombre y el proceso del desarrollo histórico por medio del cual ese hombre primitivo se convirtió en un hombre culto.

De acuerdo con esta perspectiva general, el concepto de ZDP (zona de desarrollo potencia) permite comprender lo siguiente:

1. Que los niños puedan participar en actividades que no entienden completamente y que son incapaces de realizar individualmente.

2. Que en situaciones reales de solución de problemas, no haya pasos predeterminados para la solución ni papeles fijos de los participantes, es decir, que la solución está distribuida entre los participantes y que es el cambio en la distribución de la actividad con respecto a la tarea lo que constituye al aprendizaje.

3. Que en las ZDP reales, el adulto no actúa sólo de acuerdo con su propia definición de la situación, sino a partir de la interpretación de los gestos y habla del niño como indicadores de la definición de la situación por parte de éste.

4. Que las situaciones que son “nuevas” para el niño no lo son de la misma manera para los otros presentes y que el conocimiento faltante para el niño proviene de un ambiente organizado socialmente.

5. Que el desarrollo está íntimamente relacionado con el rango de contextos que pueden negociarse por un individuo o grupo social.

Por lo anterior, es determinante un cambio en las formas de trabajar de las educadoras y profesores de primer grado de primaria; son ellos los responsables de brindar el apoyo necesario para que, no solo en el tránsito de un nivel a otro, sino de manera consecuente, los niños puedan seguir desarrollando todas sus potencialidades.

1.3. Papel del sujeto.

El hombre es un ser bio – psico – social y por lo tanto, sería absurdo desconocer sus particularidades biológicas, pero las mismas no constituyen determinantes de lo que un sujeto pueda llegar a ser o no. Todo ello ha sido ya científicamente demostrado por múltiples investigaciones. Si el niño se desarrolla en el proceso de apropiación de la cultura material y espiritual que han legado las generaciones precedentes, resulta pues fundamental esas condiciones de vida y educación en las que este proceso transcurre y que están históricos, sociales y culturalmente condicionados.

El niño nace en una etapa histórica determinada y, por lo tanto, en un mundo de objetos materiales y espirituales culturalmente determinados; es decir, su medio más específico está condicionado por la cultura de su medio más cercano, por las condiciones de vida y educación en las cuales vive, y se desarrolla, no se trata de un medio abstracto y metafísico. El medio social no es simplemente una condición externa en el desarrollo humano, sino una verdadera fuente para el desarrollo del niño ya que en él están contenidos todos los valores y capacidades materiales y espirituales de la sociedad donde está viviendo que el niño, él mismo ha de hacer suyas en el proceso de su propio desarrollo.

Siendo ese niño un ser que está en permanente actividad, son los adultos a quienes les corresponde actuar de manera responsable sobre él, propiciándole todas aquellas potencialidades y pueda alcanzar su propio desarrollo a través de su propio aprendizaje.

1.4. Objeto de aprendizaje.

Generalmente se observa una gran resistencia e inclusive rechazo a la aceptación de una categoría como la de apropiación, ligada a un proceso de transmisión, entendiendo a este como la forma en que el niño se acerca a su realidad. En la base de ello quizás se encuentre su concepción como, o su asociación a, un reflejo pasivo, una copia de la realidad, lo cual no es realmente así; apropiarse de la cultura, hacerla suya, presupone un proceso activo, un proceso constructivo que tiene sus particularidades y su resultado, único e irrepetible para cada sujeto, que se constituye así, en una personalidad.

El proceso de apropiación de esta cultura como factor esencial en su desarrollo, hay que concebirlo no como un proceso en el que el niño es un simple receptor sino como un proceso activo en el cual esa participación activa del sujeto resulta indispensable; en este proceso el niño no solo interactúa con los objetos materiales y culturales sino que está inmerso en un proceso de interrelación permanente y activa con los sujetos que le rodean, adultos, sus compañeros de salón, o de juego en el parque o en la calle. Por eso es que resultan tan importantes las actividades que el niño realiza como las interrelaciones, la comunicación que establece con los otros, en este proceso de apropiación, de asimilación activa, como medio esencial para su formación.

Con esta perspectiva se concibe que los adultos y compañeros más avanzados se constituyen en los “otros”, mediadores fundamentales que, siendo portadores de los contenidos de la cultura, promueven a través del proceso interpersonal, que el sujeto se apropie de esos contenidos. “La teoría de Ausubel se ocupa específicamente de los procesos de aprendizaje/enseñanza de los conceptos científicos a partir de los conceptos previamente formados por el niño en su vida cotidiana”[2]

Los otros se constituyen en los primeros mediadores del desarrollo psicológico y le permiten al sujeto apropiarse de los instrumentos psicológicos esenciales para que estos, a su vez, garanticen y sean los mediadores del autodesarrollo psicológico en general.

Ausubel plantea en su teoría de aprendizaje sobre lo que llama la interiorización o asimilación, la cual se da por medio de la instrucción, la que lleva a los conceptos verdaderos, los cuales se construyen en base a los conceptos previamente adquiridos por los niños en su relación con el medio circundante.

Se trata entonces, tal y como lo manifiesta Ausubel, que toda situación de aprendizaje, sea o no por la vía escolar, le sea significativo al niño. Aunque también reconoce que a pesar de que el aprendizaje y la enseñanza interactúan, se presentan con una relativa independencia; de cierta manera no siempre los procesos de enseñanza conducen a un aprendizaje significativo. El niño tendrá este tipo de aprendizaje “cuando pueda incorporarse a las estructuras de conocimiento que posee el sujeto, es decir cuando el nuevo material adquiere significado para el sujeto a partir de sus conocimientos anteriores”[3]

2. PROCESO.

2.1.- Proceso cognitivo

De forma general Vigotsky formula la ley genética del desarrollo cultural de la forma siguiente: “Cualquier función en el desarrollo cultural del niño aparece en escena dos veces, en dos planos: primero como algo social, después como algo psicológico; primero entre la gente como una categoría intersíquica, después dentro del niño como una categoría intrasíquica”

Un ejemplo sencillo, nos puede hacer más comprensible este planteamiento esencial que nos da la psicología de Vygotsky.

Un niño pequeño, al ver a su mamá llora y extiende su manita hacia donde están un grupo de objetos lejos de su alcance, estos pueden ser, un conjunto de peluches, su mamila o biberón de leche y una pelota. La mamá, se acerca a él para saber el porqué llora, constituyéndose en el adulto mediador de la cultura “comprende” o “interpreta” el gesto casual del niño como que quiere la leche, complaciente, interactúa en relación social con su hijo y le alcanza la mamila de leche. De alguna forma hasta el niño llega el mensaje de esta interacción social entre él y su mamá, la que puede repetirse de modo que esta relación entre los dos se hace interna, se incorpora a su repertorio de acciones internas y en algún momento posterior, cuando realmente quiere que la alcancen su mamila de leche, estira su dedito como gesto indicador al que la mamá responde. Así se muestra la formación de una simple acción un tierno carácter ya psíquico, el niño ha aprendido a expresar su deseo con un gesto indicador. Lo intrapsiquico se convierte en interpsiquico. En momentos posteriores, mediante el desarrollo, el gesto se sustituirá por la palabra leche que su mamá repite cuando le alcanza el biberón “solicitado”.

2.2.- Origen y elementos.

En el andamiaje conceptual entre lo cultural y lo psíquico tiene un lugar central la noción de instrumento psicológico, referido a dispositivos artificiales (como el lenguaje, los signos algebraicos, las obras de arte, la escritura, los mapas, los dibujos, etc), que tendrían como función central dominar los procesos psíquicos. Para Vygotsky, “Los instrumentos psicológicos son creaciones artificiales; estructuralmente son dispositivos sociales y no orgánicos o individuales; están dirigidos al dominio de los procesos propios o ajenos, lo mismo que la técnica lo está al dominio de los procesos de la naturaleza”[4].

A diferencia del instrumento técnico, destinado a modificar el objeto, el instrumento psicológico se orienta a ejercer influencia en uno mismo, en la propia psique y / o en el comportamiento; teniendo su origen en la relación social con el objeto, el instrumento psicológico opera en la propia psique. Al emplear el instrumento psicológico, se pone al alcance de todo el mundo aquello que se ha elaborado a lo largo de la historia.

Así, para el método propuesto por Vygotski, el desarrollo natural y la educación son fundamentales para el desarrollo del niño.

La psicología cognitiva se preocupa del estudio de procesos tales como lenguaje, percepción, memoria, razonamiento y resolución de problemas. Ella concibe al sujeto como un procesador activo de los estímulos. Es este procesamiento, y no los estímulos en forma directa, lo que determina nuestro comportamiento.


3.- PROPOSITO

3.1.- Para que aprender.

Constituyendo en su esencia la teoría del desarrollo histórico cultural de la psiquis humana una concepción acerca del desarrollo y formación de la personalidad y partiendo del inseparable vínculo de este proceso con la educación, resulta ineludible plantear aunque sea brevemente, los indiscutibles aportes de la teoría Vygotskiana a la concepción del proceso educativo.

En el primer lugar se destaca que para Vygotsky el desarrollo y formación de la personalidad ocurre en el propio proceso de enseñanza y aprendizaje cuya concepción debe tener en cuenta las siguientes consideraciones:

La enseñanza, no se ha de basar en el desarrollo ya alcanzado por el sujeto, sino que, teniéndolo en cuenta, se proyecta hacia lo que el sujeto debe lograr en el futuro, como producto de este propio proceso; es decir, haciendo realidad las posibilidades que se expresan en la llamada zona desarrollo próximo.

Las situaciones sociales en que las personas viven y se desarrollan constituyen elemento esencial en la organización y dirección del proceso de enseñanza y educación.

La propia actividad que el sujeto realiza en interacción social con un grupo de personas, resulta elemento fundamental a tener en consideración en el proceso de enseñanza y educación.

Cuando hablamos de proceso de educación nos referimos a los distintos ámbitos en el cual tiene lugar.

Ningún intento de promover la educación y el desarrollo de los niños debe disminuir la suprema importancia de la familia, la escuela y toda la sociedad en la estimulación, educación y desarrollo infantil. El niño es el único ser vivo que nace y, sin la ayuda del adulto durante un prolongado período de tiempo, no logra un desarrollo de su existencia, pero paradójicamente a esta aparente insuficiencia adaptativa, posee la capacidad para la educabilidad, para que mediante la ayuda y colaboración con los otros, se convierta en una persona independiente, autónoma, que contribuya no sólo a su educación, sino también a la educación de los demás, y, con su creatividad y trabajo, al enriquecimiento de la cultura humana.

En este complejo proceso se crea una contradicción que se ha convertido en un problema científico esencial en el proceso educativo y del desarrollo infantil, esta se refiere a la contradicción que supone el papel del “otro”, del adulto, quien participa, dirige, promueve, facilita, hace y enseña, versus el papel del sujeto en el desarrollo, que participa, crea, proyecta y realiza libremente y de manera espontánea las tareas. Este planteamiento ha sido uno de los puntos de contradicción entre las llamadas tendencias tradicionales de la pedagogía, la didáctica y la escuela y las tendencias de la escuela nueva, constructivista en los últimos tiempos.

El supuesto callejón sin salida de esta disyuntiva se debe a que, por una parte, el niño necesita ayuda, orientación y, por la otra, él necesita hacer, participar activamente, para adquirir la capacidad de crear y hacer cosas útiles en un futuro; pero requiere que se le enseñe para aprender haciendo. Sin dudas, la salida de esta contradicción depende mucho de la temática que nos ocupa, o sea, del conocimiento que tengamos de cómo se produce el desarrollo y formación de los menores, de la concepción general que explica este proceso y del papel que se le atribuya a sus familiares, maestros, adultos y compañeros en general, en esta formación.

En el proceso de interacción y actividad en colaboración con los otros ocurre el proceso de apropiación de los valores de la cultura material y espiritual.

Si la cultura representa para cada sujeto un momento histórico determinado, la formación personal específica responde a las características históricas y socialmente condicionadas.

Sobre la base de estos presupuestos generales pueden considerarse las particularidades de un proceso educativo que promueva el desarrollo y formación de la personalidad.

BIBLIOGRAFIA CONSULTADA.

ALVAREZ Marín, Mauricio “Vygotski: Hacia la psicología dialéctica” Material Utilizado en el Seminario de Psicología Social de la Escuela de Psicología de la Universidad Bolivariana Santiago de Chile, 2002

PORLAN, Rafael, et. al. (compiladores) “Constructivismo y Enseñanza de las Ciencias”

POZO, Juan Ignacio, “Teorías cognitivas del aprendizaje” Ediciones Morata, Madrid.

RICO Gallegos, Pablo, “La Praxis Posible”. Maquiladora periodística de Michoacán, Morelia 1997.

SEP. “Curso de formación y actualización profesional para el personal docente de educación preescolar”, volumen I. México, 2005.


[1] Bodrova Elena y Debora J. Leong. “La teoría de Vygotsky: principios de la psicología y la educación”. En: Curso de Formación y Actualización Profesional para el Personal Docente de Educación Preescolar. Vol. I. SEP. México 2005, pag. 48.

[2] Porlán Rafael, García J. Eduardo, Cañal Pedro. (compiladores) “Constructivismo y Enseñanza de las Ciencias”. Pag. 209

[3] Idem. Pag. 211

[4] Alvarez Marín, Mauricio “Vygotski: Hacia la psicología dialéctica” Material Utilizado en el Seminario de Psicología Social de la Escuela de Psicología de la Universidad Bolivariana Santiago de Chile, 2002

Especialidad Técnico en Puericultura

Especialidad Técnico en Puericultura
Jovenes, en el aula se les ha explicado el procedimiento mediante el cual se atenderá la presente lectura y mediante el trabajo en equipo, analizar cada uno de los puntos, mencionar en cuales están de acuerdo y los argumentos para ello y en cuales difieren y de igual forma mencionar sus argumentos. No olviden hacer sus comentarios en el Blog. ADELANTE!!

ACTIVIDAD 3 TITULO: DINAMICA FAMILIAR ASI COMO SUS DERECHOS

DEFINICION DE PUERICULTURA SOCIAL
PUERICULTURA.- Del latin Puer que significa 'niño' y cultura que significa 'cultivo o cuidado'. CONCEPTO 2.- Es la ciencia que trata el cuidado del niño en su aspecto físico, psicológico y social durante los primeros años de su vida. CONCEPTO 3.- Es el conocimiento y la práctica de todas aquellas normas que evitan la enfermedad y aseguran un perfecto desarrollo fisiológico del niño.

DEFINICION DE FAMILIA
La familia es un conjunto de personas que se encuentran unidos por lazos parentales. Estos lazos pueden ser de dos tipos: vínculos por afinidad, el matrimonio
 y de consanguinidad como ser la filiación entre padres e hijos.
En tanto la familia puede diferenciarse según el grado de parentesco que presenten sus miembros. Así encontramos la familia nuclear que solo incluye a los padres y los hijos, la extensa que incluye además a los tíos, primos y abuelos, compuesta, que es solo padre o madre y los hijos y que se da cuando hay un vínculo de consanguinidad con alguno de los dos padres, mono parental, en la cual los hijos solo viven con uno de los padres, este es el caso más habitual luego de los divorcios de las parejas. Pero claro que toda esta tipología también dependerá del lugar del mundo o de la sociedad a la cual cada uno pertenezca, no existe una uniformidad para designarla.


Deberes y derechos de la sociedad domestica, es decir: La Familia. Una visión Ética.

***    La reunión de los hombres forma las sociedades, las que son de diferentes especies, según los vínculos que las constituyen. La primera, la más natural, la indispensable para la conservación del género humano, es la de familia. Su objeto nos ha de enseñar las relaciones morales que de ella dimanan.

***     La especie humana perecería, si los padres no cuidasen de sus    hijos,    alimentándolos,    librándolos    de    la    intemperie    y preservándolos de tantas causas como les acarrearían la muerte. Esta obligación se refiere en primer lugar a la madre; por esto la naturaleza le da lo necesario para alimentar al recién nacido, y pone en su corazón un inagotable raudal de amor y de ternura.

***     La debilidad de la mujer, la imposibilidad de procurarse por sí sola la subsistencia para sí y para su familia, están reclamando el auxilio del padre sobre quien pesa también la obligación de procurar su subsistencia y la estabilidad que les permita un mejor desenvolvimiento y comportamiento en la sociedad.

***    Los discursos de la razón están de más cuando se halla de por medio la intrínseca necesidad de las cosas y habla tan alto la naturaleza: estos deberes son tan claros, que no hay necesidad de reforzar los argumentos de los padres y que prueban el indecible amor que profesan a sus hijos, es una elocuente proclamación de la ley natural.

***     Claro es que la conservación humana no se refiere únicamente a la vida física, sino que abraza también la intelectual y moral: el Autor de la naturaleza ha querido que se perpetuase la especie humana, pero no como una raza de brutos, sino como criaturas racionales. La razón no se despliega sin la comunicación intelectual: y así es que, al encomendarse a los padres el cuidado de conservar y perfeccionar a los hijos en lo físico, se les ha encomendado también el desarrollo y perfección en el orden intelectual y moral. He aquí, pues, cómo la misma naturaleza nos está indicando que los padres tienen obligación de educar a sus hijos, formando su entendimiento y corazón cual conviene a las criaturas racionales y más aun hoy día en una sociedad tan ávida de valores y donde pareciera que la descomposición moral va en aumento.

***     Este cuidado debe extenderse a largo tiempo; más todavía que el relativo a lo físico, porque la experiencia enseña que el niño llega lentamente al conocimiento de las verdades de que necesita, y, sobre todo, sus inclinaciones sensibles se depravan con facilidad (cuidado con los ejemplos que el niño percibe de sus padres), y, ahogando la semilla de las ideas morales, no las dejan prevalecer en la conducta.

***     El común de los hombres sólo vive lo necesario para cuidar de la educación de sus hijos: muchos son los padres que mueren antes de que éstos alcancen la edad adulta, y casi todos descienden al sepulcro sin haber podido cuidar de los menores. Esta verdad se manifiesta en las tablas de la duración de la vida, y sin necesidad de cálculos nos lo está mostrando la experiencia común. Cuando los padres tienen de cincuenta a sesenta años, sus hijos mayores no pasan de veinte a treinta; y a éstos siguen otros que no son todavía capaces de proveer a su subsistencia, y menos aún de dirigirse bien entre los escollos del mundo. Este hecho es de la mayor importancia para manifestar la necesidad de que los vínculos del matrimonio sean durables por toda la vida, cuidando unidos, el marido y la mujer, de los hijos que la Providencia les ha encomendado.  Sin esta permanencia en la unión, muchos hijos se verían abandonados antes de tiempo, y se perturbaría el orden de la familia y de la sociedad. El corto plazo de vida concedido al hombre le está indicando que, en vez de divagar a merced de sus pasiones,  formando  nuevos  lazos,  y dando  simultáneo  origen a distintas familias, se apresure a cuidar de la que tiene, porque se acerca a pasos rápidos el momento de bajar al sepulcro (¿sera esta una forma muy dramática de ver la vida?).

***     Ninguna sociedad, por pequeña que sea, puede conservarse ordenada, sin una autoridad que la rija; donde hay reunión, es preciso que haya una ley de unidad; de lo contrario, es inevitable el desorden. Las fuerzas individuales entregadas a sí solas, sin esta ley de unidad, o producen dispersión, o acarrean choque y anarquía. De esta regla no se exceptúa la sociedad doméstica; y, como la autoridad no puede residir en los hijos, ha de estar en los padres. Así, la autoridad paterna está fundada en la misma naturaleza, anteriormente a toda sociedad civil.

***     Los límites de esta autoridad se hallan fijados por el objeto de la misma; debe tener todo lo necesario para que la sociedad de la familia pueda alcanzar su fin, que es la crianza y educación de los hijos, de tal modo, que se perpetúe el linaje humano con el debido desarrollo y perfección de las facultades intelectuales y morales.

***     Antes de la sociedad con los hijos, hay la de marido y mujer; y entre éstos ha de haber autoridad, para que haya orden. La debilidad de la mujer, las necesidades de su sexo, sus inclinaciones naturales, el predominio que en ella tiene el sentimiento sobre la reflexión, la misma clase de medios que la naturaleza le ha dado para adquirir ascendiente, todo está indicando que no ha nacido para mandar al varón, a quien la naturaleza ha hecho reflexivo, sin los medios y las artes de seducir, pero con el aire y la fuerza de mando. La autoridad de la familia se halla, pues, en el varón; la de la madre viene en su auxilio y la reemplaza cuando falta.  El derecho de mandar es correlativo de la obligación de obediencia; así, pues, los deberes de la mujer con el marido y de los hijos con los padres están limitados Por el derecho de sus respectivos superiores (¿hoy día esta forma de pensamiento pareciera obsoleta?). La mujer debe a su marido, y los hijos a los padres, sumisión y obediencia en todo lo concerniente al buen orden doméstico. Cuáles sean las aplicaciones de estos deberes, lo indican las circunstancias; y no puede establecerse una regla general que fije con toda exactitud la línea hasta donde llegan, y de la que no pasan. El que haya muchos casos que parezcan pedir la ampliación o la restricción de la autoridad doméstica; y el buen orden de las familias y de los estados ha exigido que los legisladores establecieran reglas para determinar algunas de las relaciones domésticas. De aquí es el que la autoridad conyugal y la potestad patria tengan diferente extensión a través del tiempo y en diversos países, cuyas diferencias no pertenecen a este lugar, y son objeto de la  jurisprudencia.

***     En la infancia de las sociedades, cuando las familias no estaban unidas con bastantes vínculos para constituir verdaderos estados políticos, la potestad patria debía ser naturalmente muy fuerte; siendo el único elemento de orden privado y público, debía tener todo lo necesario para llenar su objeto. Pero, a medida que la organización social fue progresando, la potestad patria, si bien entró como un elemento de orden, no fue el único; y así es que sus facultades se restringieron, pasando algunas de ellas al poder social. En este punto ha habido  variedad  en  la  legislación  de  los pueblos,  viéndose sociedades bastante adelantadas, donde todavía se conservaba a la potestad patria el derecho de vida y muerte; pero en general se puede asegurar que la tendencia ha sido de restricción, encaminándose a dejarle únicamente lo indispensable para la crianza y educación de los hijos y el buen orden en la administración de los asuntos domésticos.

***     Los innumerables beneficios que los hijos   deben a sus padres, producen la obligación de la gratitud; y, así como el padre cuida de la infancia y adolescencia del hijo, así el hijo debe cuidar de la vejez de su padre. La piedad filial es un deber sagrado; las ofensas a los padres son contra la naturaleza; y así es que el parricidio se ha mirado con tanto horror en todos los pueblos, castigándole unos con suplicios espantosos, y no señalándole otros ninguna pena, porque las leyes le consideraban imposible.

*** La   naturaleza   no comunica   al   amor   filial   la  viveza, profundidad, ternura y constancia que distinguen al paterno y al materno; en lo cual se manifiesta la sabiduría del Creador, que ha dado un impulso más irresistible, a proporción de que se dirigía a un objeto más necesario. Los padres viven y el mundo se conserva, a pesar del cruel comportamiento de algunos hijos, y de la ingratitud e indiferencia de muchos; pero el mundo se acabaría pronto, si este olvido de los deberes fuese posible en los padres. Un anciano desvalido molesta a los hijos que le asisten, pero la negligencia de éstos sólo puede abreviarle un poco la vida; mas si el desvalimiento de los hijos molestase a los padres, y éstos se olvidasen de cuidar  de ellos, y no fueran capaces de los mayores sacrificios, el niño perecería cuando apenas empezara a vivir.

*** A pesar de esta diferencia de sentimientos, la obligación moral de los hijos para con los padres es grande, grandísima: el amor, la obediencia, el respeto, la veneración, el auxilio en las necesidades, la tolerancia de sus molestias, el compasivo disimulo de sus faltas, la paciencia en las enfermedades y flaquezas de la vejez, son deberes prescriptos por la piedad filial; quien los olvida y quebranta, ofende a la naturaleza, y en ella a Dios, su autor.


LIC. IVAN ROSETE SOLORZANO
CETis No.122
XOXOCOTLA, MORELOS.
irsrosete@hotmail.com

ACTIVIDAD 2 Familia, Educación y Valores

Algunas precisiones necesarias
Las definiciones de familia por más variadas que sean descansan hoy en la relación interindividual, dando la idea de que la familia es ante todo un proyecto relacional que no hace referencia necesariamente a lazos de sangre. Precisamente Schaffer (1990 en Isabel Solé i Gallart, 1998) señala que la naturaleza de las relaciones interpersonales son el factor clave del desarrollo del niño en la familia, más incluso que la propia estructura familiar.
Esto es precisamente lo que queremos rescatar en nuestra intervención: la naturaleza de la relación interpersonal como factor clave del desarrollo del niño en la familia. La familia sigue siendo, a pesar de los ataques y dudas que se ciernen sobre ella, el nudo esencial de la constitución de la personalidad de los niños. Prácticamente todas las definiciones, más allá desde donde se posicionen para estudiar a la familia, hacen referencia a los factores comunes: habitación común, descendencia común, mismo techo, mismo apellido, mismos padres, mismo grupo, misma historia.
Podríamos decir que dos aspectos fundamentales marcan a la familia de hoy: es el niño que la define, ya sea por su ausencia o por su presencia. Por otro lado, la historia de las personas dentro de las familias no es tan lineal como antaño: el ciclo de vida familiar no es tan previsible, y una misma persona puede pasar por muy diferentes etapas de su vida en cuanto a la familia: celibato, pareja, familia monoparental, familia compuesta, etc..
Por familia monoparental se entiende aquella que está compuesta por un solo miembro de la pareja progenitora (varón o mujer) y en la que los hijos, de forma prolongada, pierden el contacto con uno de los padres. Aunque la crianza de un niño puede ser llevada a cabo tanto por hombres como mujeres, en esta materia, según demuestran las estadísticas, no ha habido grandes cambios y entre un 80 y un 90% de los hogares monoparentales están formados por madres e hijos.
Familia compuesta: Se le denomina familia compuesta cuando el padre o madre y los hijos, principalmente si son adoptados o tienen vínculo consanguíneo con alguno de los dos padres, esto quiere decir que comparten sangre por tener algún pariente común.
Por otro lado, la familia se ve amenazada en lo que tiene de más fundamental: dar a sus miembros la identidad de base suficientemente reaseguradora para afrontar los acontecimientos de la vida. La familia antes tomaba a cargo dimensiones muy particulares de la experiencia humana: tiempo de vida, de aprendizaje, de educación, de reproducción y ahora está cediendo algunas de estas funciones a otras instituciones.
De todos modos, y con variantes respecto a etapas anteriores, la familia es el primer contexto de aprendizaje para las personas, es importante aclarar que en su seno aprenden no sólo los niños sino también los adultos. En la familia se ofrece cuidado y protección a los niños, asegurando su subsistencia en condiciones dignas. También ella contribuye a la socialización de los hijos en relación a los valores socialmente aceptados.
Las familias acompañan la evolución de los niños, en el proceso de escolarización, que es la vía excelente para ir penetrando en otros ámbitos sociales diferentes a la familia. Esta, a través de estas funciones apunta a educar a los niños para que puedan ser autónomos, emocionalmente equilibrados, capaces de establecer vínculos afectivos satisfactorios.
En esta intervención haremos expresa referencia a la que anotamos como segunda función básica de la familia, esto es, la función socializadora, que conecta al niño con los valores socialmente aceptados. La enculturación como así ha dado en llamarse consiste en la transmisión de representaciones y valores colectivos, indispensables para el desarrollo y la adaptación de los niños.
Partimos de que los valores, las reglas, los ritos familiares están al servicio de la estabilidad familiar, funcionan como sello de identidad para las distintas familias, están al servicio del sentido de pertenencia. Por otro lado, existen fuerzas internas y externas, como el proceso evolutivo de los miembros de una familia, los conflictos, las crisis que funcionan como agentes de cambio. Del equilibrio entre ambas fuerzas resultará el sano crecimiento de la familia.
Desde una perspectiva evolutivo-educativa, podemos decir que la familia supone:
  • un proyecto vital de existencia en común con un proyecto educativo compartido, donde hay un fuerte compromiso emocional,
  • un contexto de desarrollo tanto para los hijos como para los padres y abuelos,
  • un escenario de encuentro intergeneracional,
  • una red de apoyo para las transiciones y las crisis.
Desde esta perspectiva, la familia aparece como el mejor contexto para acompañar a la persona para transitar los cambios que implica necesariamente la vida.
En cuanto al proyecto educativo familiar es en general de orden implícito, se trata de un contrato familiar donde se "inscribe" la forma en que se organizan las familias, como se dividen las tareas, qué expectativas se tienen de los miembros de la familia. Los valores, actitudes y expectativas que de esta forma se transmiten constituyen lo que algunos autores (Cremin, 1976; Bloom, 1981) han llamado "currículum del hogar". Este currículum del hogar no está escrito -a diferencia del escolar- pero cuenta con objetivos, contenidos, "metodologías" que determinan la seña de identidad de cada familia, y contribuyen a generar aprendizajes en sus miembros . Las familias se diferencian entonces no sólo por los contenidos sino también en los estilos con que transmiten estos contenidos (Martínez, 1996).
El tema de los estilos educativos adquiere entonces importancia fundamental a la hora de educar en valores.
En ese sentido se distinguen varios estilos educativos (Baumrind, 1971 y Maccoby y Martín, 1983 en Coloma, 1993), que vienen determinados por la presencia o ausencia de dos variables fundamentales a la hora de estudiar la relación padres-hijos: el monto de afecto o disponibilidad paterna a la respuesta y el control o exigencia paterna que se pone en la relación padres-hijos. De la atención de estas dos variables surgen cuatro tipos de padres:
  • Autoritativo recíproco, en los cuales estas dos dimensiones están equilibradas: se ejerce un control consistente y razonado a la vez que se parte de la aceptación de los derechos y deberes de los hijos, y se pide de estos la aceptación de los derechos y deberes de los padres.
  • Autoritario-represivo, en este caso si bien el control existente es tan fuerte como en el caso anterior, al no estar acompañado de reciprocidad, se vuelve rígido, no dejando espacio para el ejercicio de la libertad de parte del hijo.
  • Permisivo-indulgente, en este caso no existe control de parte de los padres, que no son directivos, no establecen normas. De todos modos, estos padres están muy implicados afectivamente con sus hijos, están atentos a las necesidades de sus hijos.
  • Permisivo-negligente, en este caso, la permisividad no está acompañada de implicación afectiva, y se parece mucho al abandono.
La educación de los valores en la familia
Partimos de que los valores son elementos muy centrales en el sistema de creencias de las personas y están relacionados con estados ideales de vida que responden a nuestras necesidades como seres humanos, proporcionándonos criterios para evaluar a los otros, a los acontecimientos tanto como a nosotros mismos (Rokeach, 1973 en García, Ramírez y Lima , 1998) . Es así que los valores nos orientan en la vida, nos hacen comprender y estimar a los demás, pero también se relacionan con imagen que vamos construyendo de nosotros mismos y se relacionan con el sentimiento sobre nuestra competencia social.
Según otros autores (Schwartz, 1990) los valores son representaciones cognitivas inherentes a tres formas de exigencia universal: las exigencias del organismo, las reglas sociales de interacción y las necesidades socio-institucionales que aseguran el bienestar y el mantenimiento del grupo.
De esa manera, según Schwartz los sistemas de valores se organizan alrededor de tres dimensiones fundamentales: el tipo de objetivo (trascendencia o beneficio personal; conservación o cambio), los intereses subyacentes (individuales o colectivos), el dominio de la motivación (tradición, estimulación, seguridad). Las teorías implícitas que todos los padres tienen y que se relacionan con lo que los mismos piensan sobre cómo se hacen las cosas y por qué se hacen de tal o cual manera ofician "de filtro" en la educación en valores.
Estas ideas y teorías implícitas se montan sobre experiencias, sobre lo que se ha vivenciado.
Si bien se podría decir que la familia no es el único contexto donde se educa en valores, es una realidad que el ambiente de proximidad e intimidad que en ella se da la hace especialmente eficaz en esta tarea.
Existe en la literatura una extensa discusión sobre cómo se educa en valores: ¿los pequeños interiorizan los valores familiares? ¿o los niños son agentes activos en el proceso de construcción de valores, en el entendido que la relación padres-hijos es una relación transaccional, esto es de ida y vuelta? Nosotros estamos con la segunda posición, afiliándonos así a las nuevas perspectivas constructivistas. En ellas se concibe a la relación entre adultos y niños de doble sentido, aunque se acepte que esta relación es asimétrica.
Esto significa que no sólo cambian y se influencian los valores de los niños, sino también los de los adultos, por ejemplo, luego de tener hijos una persona puede privilegiar más el valor de la seguridad que el de reconocimiento social.
Para poder comprender a los niños en la familia debemos considerar el entorno familiar, su atmósfera y estructura.
Los niveles adicionales de influencia, incluyendo el trabajo y la condición socio económica de los padres y las tendencias sociales como los cambios en la familia, el divorcio y las nuevas nupcias, ayudan a dar forma al entorno familiar y por tanto al desarrollo de los niños.
Ciclo de vida familiar y valores 
CONSTITUCION---- EXPANSIÓN---- REDUCCION
En general se pueden distinguir tres grandes tiempos en la vida de una familia: el tiempo de constitución, que abarca cuestiones tales como elección de la pareja, matrimonio y cohabitación sin hijos, el tiempo de expansión, esto es de la llegada de los hijos, que implica la transición a la paternidad y la vida con hijos de edad preescolar y escolar, y por último un tiempo de reducción, cuando los hijos se emancipan, la pareja vuelve a quedar sola y sin actividad laboral.
En general, las etapas que se inscriben dentro de estos tiempos se definen en relación a estos factores: cambios en la composición familiar, cuando miembros se anexan o se pierden, cambios en la composición en relación a las edades y cambios en la situación laboral de los miembros de la familia.
A grandes rasgos se pueden describir las siguientes etapas:
  • constitución de la pareja, cuando la mujer y el hombre llegan a la pareja cada uno tiene una serie de expectativas sobre cómo debe ser una pareja. Estas expectativas tienen que ver con valores sobre cómo tienen que ser las cosas dentro de una pareja, y en general no se dicen de forma explícita. Estas formas de concebir las cosas pueden ir desde cómo se deben relacionar hombre y mujer, hasta la repartición de las tareas domésticas ¿quién cocina, lava los platos, hace los mandados, quién ayuda a quién?. En esta etapa el éxito en la separación con las familias de origen es crucial, y cuanto más aglutinadas sean las familias de origen, mayor dificultad traerá consigo la separación, ya que separarse en ciertos casos puede asimilarse a aniquilación y a traición.
  • nacimiento de los hijos (con las primeras etapas de vida preescolar y escolar), supone el tener resuelto el lugar que va a ocupar el hijo que llega, el modo de participación de los padres y de sus familias está vinculado con la relación de los padres entre sí y de cada uno con su familia de origen: Aquí se pone en juego cómo se debe educar a un niño o a una niña, y en general lo que se quiere de los hijos, si esto se define por repetición o por oposición a lo que los padres han vivido ellos mismos en tanto hijos; cuanto se asigna externamente a ese hijo que llega, desde la misma manera de esperarlo, del lugar que se le asigna, desde el nombre que se le pone, etc.

Valores y reglas
Las reglas familiares son en general implícitas y provienen de las familias de origen y se transmiten de generación en generación. Las reglas pueden funcionar como vehículos concretos de expresión de los valores, ya que en general responden a una determinada escala de valores, sea esta explícita o no. También pueden responder a la tradición y ser el principal obstáculo para el cambio. Las reglas familiares constituyen indicadores comunicacionales por excelencia. A través de ellas se determina quién habla con quién, quién tiene derecho a qué, cómo se expresan los afectos, qué se penaliza, que se premia, a quién le corresponde hacer qué.
Las reglas en todo caso deben ser flexibles, cambiar a lo largo del ciclo familiar y estar al servicio del crecimiento de los miembros del grupo.
Es interesante detenerse en el análisis de las reglas y sus características.(Gimeno, 1999)
En primer lugar, las reglas tienen diferentes contenidos: las hay organizacionales o instrumentales, son las reglas que regulan los horarios, las tareas domésticas, las rutinas.
Las reglas más importantes para la teoría sistémica son las que regulan las interacciones entre los miembros, cuáles son las distancias a tener con los miembros de la familia extensa, con los amigos, los vecinos y también la intimidad y la forma de expresar el afecto entre los miembros de la familia nuclear
Existen reglas que hacen referencia a las formas de apoyo y se vinculan al cuándo se pide ayuda a quién y cómo.
Otras reglas regulan la manera de proceder ante los conflictos, cómo se enfrentan, y en el caso de hacerlo, cómo se resuelven. Si la regla básica de una familia es "no tenemos conflictos", se sancionará a todo aquel que intente denunciar uno.
Por último, los secretos familiares que existen justamente porque son violatorios de escalas de valores o constituyen un riesgo para el prestigio familiar, son regulados mediante reglas. Cuanto se cuenta, a quién, con quién se comparte el secreto, con quien se hacen alianzas en tal sentido, todo ello depende de la aplicación de ciertas reglas.
Las reglas cuando están al servicio de las metas y los valores familiares contribuyen al crecimiento de la familia, pero si su número es excesivo pueden resultar un factor estresante: La consistencia de las reglas esto es, reglas claras que indican a las personas los límites entre lo que se puede y lo que no, colaboran para dar seguridad a los hijos.
Reflexiones finales
Los cambios operados al interior de la familia desde los años 70, han dejado de lado el modelo racional, con una fuerte y rígida división de roles entre hombre y mujer y entre padres e hijos. Los padres optan por una educación para la libertad, valorizando la comunicación, el diálogo, la tolerancia. El estilo autoritativo recíproco descripto en este mismo artículo es el que según las investigaciones actuales aparece como el más indicado para favorecer el crecimiento del hijo en todas las dimensiones. Más allá de la forma que adquiera, la familia sigue siendo la institución cuya función fundamental es responder a las necesidades y las relaciones esenciales para el futuro del niño y su desarrollo psíquico. La familia aparece como la instancia primera donde se experimenta y organiza el futuro individual donde se dan las contradicciones entre: "pertenecer a" y a la vez lograr la autonomía, parecerse y diferenciarse. Esta tensión paradójica se resuelve con la marca individual de cada persona, pero es verdad que la familia se instituye como un lugar de resiliencia (conjunto de atributos y habilidades innatas para afrontar adecuadamente situaciones adversas, como factores estresantes y situaciones riesgosas), en el sentido que brinda un espacio para resistir a esta tensión y resolverla favorablemente. La familia es el lugar de la construcción de identidad, sin el otro, es imposible que exista el yo, sin lazos o relaciones no existe psiquismo unificado. La familia constituye entonces el compromiso de cada uno con un proyecto relacional que se construye en un determinado tiempo y espacio y que define por lo tanto los valores que en cada unidad familiar se ponen en juego. La familia se constituye así como el primer paso importante hacia la cultura, al organizar el sistema de valores, la manera de pensar y de comportarse de sus miembros, de acuerdo a la pertenencia cultural
Más allá de la estructura, la historia, la cultura, la composición de la familia sus funciones primeras siguen siendo las mismas: favorecer lo mejor posible a nivel de las relaciones, las condiciones necesarias y suficientes de un dispositivo que permita favorecer la capacidad psíquica de cada uno de sus miembros para producir sentido a fin de inscribir su existencia en su historia y la de los otros. La relación padres-hijos, a través de la educación en valores, constituye la primer y fundamental escena de esta meta a lograr. (Lefebvre, 2000)
Bibliografía
Coloma Medina, José (1993): Estilos educativos paternos en: Pedagogía Familiar de José María Quintana (Coord.), Madrid: Narcea.
García Hernández, María Dolores, Ramírez Rodríguez, Gloria y Lima Zamora, Alinson (1998): La construcción de valores en la familia en: Familia y desarrollo humano, María José Rodrigo y Jesús Palacios (Coords.), Madrid: Alianza.
Gimeno, Adelina (1999): La familia: el desafío de la diversidad, Barcelona: Ariel.
Martínez González, Raquel-Amaya (1996): Familias y escuelas en : Psicología de la familia. Un enfoque evolutivo y sistémico. Vol. 1, Valencia: Promolibro.
Solé i Gallart, Isabel (1998): Las prácticas educativas familiares en: Psicología de la Educación; César Coll (Coord) Barcelona: Edhasa.
Vidal, Raquel (1991): Conflicto psíquico y estructura familiar: Montevideo: Ciencias.